LA INFRAESTRUCTURA EQUIVOCADA

Abr 12, 2022

¿Por qué seguimos insistiendo en construir más rellenos sanitarios pese a la clara oposición?

POR MARCO ANTONIO TINOCO VENERO
Ingeniero Ambiental y de Recursos Naturales

El Ministerio de Economía y Finanzas desarrolla y dirige anualmente el Programa de incentivos a la mejora de la gestión municipal, el cual está vinculado al presupuesto por resultados de varios sectores; en el Sector Ambiente se cuenta con la Meta 03 de este programa, denominada «Implementación de un sistema integrado de manejo de residuos sólidos municipales» a partir de la cual se ha asignado un total de 106 millones de soles a 658 municipalidades que cumplieron esta meta, mientras que 87 no lograron cumplirla (1), el monto más elevado asignado a una municipalidad fue de casi 3 millones de Soles (a la Municipalidad Metropolitana de Lima) y 81 de estas recibieron el monto mínimo cercano a los 38 mil soles (2); estos incentivos vienen cumpliendo un conjunto de finalidades, ya que no solamente permiten la escalabilidad de los programas de segregación en la fuente y recolección selectiva (muchas veces conocidos como los programas municipales de reciclaje), la incorporación de recicladores, la optimización del servicio de limpieza pública y la reducción de emisiones mediante la valorización de residuos orgánicos y la valorización de residuos sólidos.

El contraste de este esfuerzo hecho por el Estado se manifiesta cuando vemos que la brecha de población atendida por un servicio de limpieza pública adecuado en el interior del país (si sacamos a Lima Metropolitana y Callao) es cercana al 90% (3), es decir 9 de cada 10 peruanos en el interior del país no accede a un adecuado servicio de limpieza pública. El Perú viene haciendo esfuerzos por el cierre de esta brecha desde hace más de 11 años mediante fondos de cooperación (es decir con dinero prestado), sin embargo, la realización y puesta en marcha de rellenos sanitarios es bastante lenta, principalmente debido a que los funcionarios se topan con una gran barrera cuando se requiere lograr el saneamiento físico y legal de los terrenos para dichas infraestructuras, ya sea porque existen conflictos internos en los titulares (comunidades campesinas o terceros) y luego porque las poblaciones (colindantes o a veces ubicadas a algunos kilómetros pero interesadas en el proceso) no desean tener un relleno sanitario cerca o algunas pretenden beneficiarse del proyecto y plantean demandas inviables ya sea de realización de proyectos vinculados o incluso, en algunos casos de reconocimientos económicos, como es el caso del proyecto de relleno sanitario, que tuvo que detenerse desde el 2018 hasta la actualidad.

En tal sentido, la realización de rellenos sanitarios, tanto por oposición de la población como por las dificultades de lograr el saneamiento físico y legal ha sido siempre ralentizada, volviéndose muchas veces inviable.

Es importante tomar en cuenta que el servicio de limpieza pública consta de diversas operaciones y procesos, sin embargo, venimos asumiendo que la infraestructura principal, que asegura el cierre de brechas para la atención de la población es únicamente el relleno sanitario, cuando posiblemente estemos promoviendo la infraestructura equivocada.

La inversión en instalaciones e infraestructuras de valorización de residuos sólidos municipales está sujeta actualmente a la sostenibilidad económica que se proyecte en su operación y del mismo modo su escalabilidad, considerándose además opcionales en los sucesivos instrumentos de la Programación Multianual de Inversiones del Sector Ambiente (4), esto contradice evidentemente lo establecido en el Decreto Legislativo N° 1278 (5), que en su artículo 24 establece que los gobiernos locales deben implementar programas de segregación en la fuente y recolección selectiva en la totalidad de su jurisdicción.

Los rellenos sanitarios no solamente se enfrentan a una oposición constante de la población, sino que terminan siempre en una reducción de la capacidad de uso del suelo utilizado y muchas veces de las áreas circundantes, sumándose a esto la casi inexistente definición de los gobiernos locales provinciales en cuanto a la compatibilidad de uso de suelos para la definición de sus emplazamientos.

El enfoque de la generación de valor público del servicio de limpieza pública viene dado principalmente por la preservación de la salud de las personas y la preservación de los servicios ecosistémicos; si comparamos a los rellenos sanitarios con las instalaciones de acondicionamiento (o áreas de acondicionamiento) y las infraestructuras de valorización de residuos sólidos, evidentemente estas últimas permiten la preservación de los servicios ecosistémicos (del suelo por ejemplo que por el contrario, en el caso de los rellenos sanitarios queda casi inutilizable e inhabitable) y la preservación de la salud, ya que se evita la disposición final (de plásticos por ejemplo) y se propicia una estabilización de residuos orgánicos más segura y limpia.

Lo anterior nos permite cuestionarnos ¿Por qué seguimos insistiendo en construir más rellenos sanitarios pese a la clara oposición de la población y las barreras de todo tipo para lograr la titularidad de los terrenos? y ¿Por qué la política pública de incrementar y lograr la implementación de programas de reciclaje (6) dada mediante una Ley se ve vulnerada y contradicha mediante el instrumento que justamente define y operativiza las inversiones en el Subsector Residuos Sólidos?.

La generación de valor público del servicio de limpieza pública requiere que se enfoque como principal afectado al ciudadano y la definición de los indicadores de brecha que midan tal atención en función de las operaciones y procesos que generan justamente dicho valor, de lo contrario seguiremos insistiendo en la infraestructura equivocada.

Fuentes:

1: Ministerio de Economía y Finanzas, Resolución Directoral N° 0006-2022-EF/50.01, marzo 2022

2: Ministerio de Economía y Finanzas, Resolución Ministerial N° 097-2021-EF/50, marzo 2021

3: Ministerio del Ambiente, Diagnóstico de Brechas, enero 2022

4: Resolución Ministerial N° 051-2022-MINAM

5: Modificado por el decreto Legislativo N° 1501

6: Comúnmente los programas de segregación en la fuente y recolección selectiva son llamados programas de reciclaje, sin embargo, se hace especial anotación sobre su correcta denominación.